En vano tiendo hacia ella mis brazos cuando por las mañanas despierto de mis pesados sueños, inútilmente la busco por la noche en mi lecho cuando un feliz e inocente sueño me ha engañado viéndola sentada junto a mi en la pradera sosteniendo su mano y cubriéndola de mil besos. ¡Ay! Cuando todavía vacilando en medio del sueño la busco a tiendas y me despierto... un torrente de lágrimas corre de mi corazón oprimido, y lloro desconsolado ante porvenir tan sombrío.

Las desventuras del joven Werther,

                                                             Johann Wolfgang Von Goethe.

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