La importancia de amar nombres.

Escribano. Me encanta mi apellido. Dice mucho de mí, aunque también lo diría si fuera Martínez.
Siempre he pensado que un nombre es un punto importante en la persona. Algo que esta debe amar, aunque no le agrade. Y cuando digo nombre en sí me refiero a apellido, mote o incluso diminutivo; el sustantivo por el cual respondes a una llamada, sabiendo con seguridad que se dirigen a ti. Pues, ¿qué son los nombres, sino el resultado de la estúpida necesitad humana de llamar algo a X cosa para saber cómo diferenciarla de Y? Personalmente, el hombre la cagó con ello, sobretodo haciendo referencia a los sentimientos, pues estos no se atan ni a las palabras.

Pero eso es otro tema; yo quiero soltar la tabarra con los nombres en sí. La importancia de amar nombres.
Para entender mejor lo que quiero decir, me pondré a mi de ejemplo: Escribano define muchas cosas. Define a una chica excesirelativamente sencilla, con pelo castaño y ojos color algas de playa, de esas que dan tanto asco y se te quedan pegadas a los pies. Define a una lectora típica con cosas típicas de lectores: ama el olor a libro nuevo, el sonido de las páginas amarillas en los viejos y que nunca tiene ni un céntimo para otra cosa por culpa de obtener más y más malditos libros (a pesar de tener una estantería que se tambalea por el peso y que comenzó a inundar la mesita de noche de más libros por necesidad de espacio).
A pesar de ser eso lo más destacable, Escribano también define a una escritora que no escribe, una timburtera donde las haya y amante de la literatura.

¿No es increíble que todo ello lo recoga un sólo nombre? Además, recoge historia (cuando leemos/oímos Adolf Hitler recordamos todo lo que este hizo), descripciones (bigote, hombre bajito y normalmente con uniforme militar) o incluso sentimientos (odio, pena, tristeza, venganza...). Un solo nombre puede atormentarnos noches enteras manteniéndonos en vela, hacer volar la imaginación en días de clase y hacer que nuestro corazón comience a latir más rápido de lo normal, inundándose de extraños sentimientos.

¿Por qué odiar un nombre, cuando este dice todo sobre ti y puede volver loca a otra persona?

No hay comentarios:

Publicar un comentario